Hace unas semanas, nos invitaron a ir a ver The Hole en el Teatro Häagen-Dazs Calderón y hoy queremos contaros que tal nos fue la experiencia. La formula de la obra es bastante sencilla: musical + teatro + cabaret. Le añadimos un poco de humor absurdo del que nos tiene acostumbrados los de Yllana, y un buen puñado de picante (del erótico, no del que pica), y tenemos la receta para una tarde entretenida.
Queremos dejar claro en primer lugar, que aunque en el cartel se anuncie a Paco León e Yllana, hay que tener en cuenta que es la dirección que corre a cargo de ellos, y que aunque la presencia de los de Yllana es más que notable sobre el escenario, a Paco León es complicado que lo lleguéis a ver ya que el maestro de ceremonias va cambiando (la semana pasada era La Terremoto de Alcorón y cuando nosotros estuvimos, fue Eduardo Casanova, que tambien sale en la serie Aída). Más que una queja, es una advertencia para todos aquellos que pudiesen ir a ver la obra solo por ver al susodicho. La obra en si debe llevar otra advertencia, la de no apta para menores de 18 años. Nada más entrar por la puerta del teatro, nos encontraremos con camareros y personajes de la obra en paños menores, y durante la obra habrá algún que otro seno por ahí (nada demasiado escandaloso, pero hay que avisar).
La obra en si no deja de ser el clásico cabaret: música, malabares, danza, pero reducido todo con un buen chorro de erotismo. Donde habitualmente encontrarías a una chica girando varios aros a la vez, aquí el reto es hacerlo a la vez que hace un striptease. Para darle coherencia al conjunto, hay una trama que cuenta la historia de amor entre María del Mar (una rata) y el maestro de ceremonias (que celebra una fiesta en su casa a la que todos están invitados). Por mi parte, con lo que más disfruté fue con los momentos de humor de Yllana (como siempre, muy a lo Monty Python), que incluso recurren a la cámara en mano como parte del argumento (como en tantas otras obras suyas).
Con todo, la verdad es que nos lo pasamos bastante bien. Hay momentos en que era un poco demasiado exagerado todo (aunque esto creo que variará mucho en función del maestro de ceremonias que te toque), con muchos gritos e histeria, pero cuando sales por la puerta, te quedas con un buen sabor de boca. Si quieres disfrutar de una tarde entretenida, no te defraudará.
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